domingo, 19 de agosto de 2012

5 enseñanzas de Ana que puedes (y debes) aplicar en tu vida diaria.


Auto control: Una de las cualidades primordiales de toda princesa, consiste en rechazar algo que deseamos en determinado momento por darle prioridad a lo que es mejor para nosotras.

Amor propio: Hay quienes creen que somos demasiado crueles con nosotras mismas, pero nuestra capacidad para exigirnos demuestra que nos queremos lo suficiente para luchar por el cuerpo y la calidad de vida que nos merecemos.

Disciplina: No es fácil cambiar una hora de sueño por una de ejercicio o un pastel por una ensalada, pero una princesa siempre busca la fuerza de voluntad necesaria para hacer lo que más le conviene, aun sea realmente difícil.

Constancia: Todas sabemos que no vas a alcanzar tu peso ideal de la noche a la mañana, por lo tanto el éxito de una princesa radica saber esperar con paciencia los frutos de tu esfuerzo constante.
Solidaridad: Los blogs y las comunidades proana son muestra de que la unión hace la fuerza y el éxito de muchas se basa en el apoyo mutuo  en los momentos de debilidad o simplemente para obtener inspiración.

sábado, 28 de julio de 2012

Capitulo III: Reconciliación

Pase un par de minutos frente al espejo, esperando cabizbaja a que Ana rompiera el silencio. No había pronunciado una palabra, pero su mirada lo decía todo: Estaba furiosa conmigo y tenía motivos de sobra.

-¿Eres feliz?...

Preguntó con espantoso sarcasmo después de torturarme con su mutismo hasta casi hacerme llorar.

-En un día tiraste a la basura semanas de sacrificio ¿Estás satisfecha? Tragaste como el cerdo que eres cuanta comida grasosa se apareció en tu camino, pero dime ¿Cuanto te duró esa satisfacción? ¿Realmente eres feliz inflandote a ti misma?

Negué con la cabeza, mirando el piso y llorando desesperadamente.

-¡No llores! ¡¿Por que demonios estás llorado cuando fue tu culpa?!  ¿Que maldito caso tiene que llores después de lo que has hecho? ¿Resuelves algo?

Volví a negar con la cabeza.

-¡Entonces deja de llorar! ¡No soporto que seas tan débil! Aun no puedo creer que tu amor por la grasa sea mayor que tu amor por ti misma ... Siempre vas a estar rodeada de tentaciones, el mundo es un lugar difícil para una princesa, pero ¿Donde está tu fortaleza? ¿No tenías un objetivo? ¿No habías decidido empezar una nueva vida de mi mano? ¡Tienes que ser más fuerte! El estilo de vida que elegiste demanda esfuerzo, dedicación, sacrificio, creí que ya lo tenías claro.

-Ya lo sé, perdóname.

-Antes necesito saber si realmente estás dispuesta a mantenerte firme en este camino, no es imperdonable caer siempre y cuando estés dispuesta a levantarte y redimir tus errores.

-haré todo lo que me digas, lo juro.

-Está  bien, no ganas nada deprimiendote, simplemente volverás a tu dieta y está semana harás ejercicio extra como penitencia.

Mucho sin actualizar!!!!

¿Que puedo contarles? la debilidad me venció y me aleje de Ana por mucho tiempo, pero hace poco sentí la necesidad imperiosa de volver a ella.

Sé que no es la primera vez que lo hago, pero aprendo de mis errores y está vez estoy dispuesta a expiar mis culpas con mucho esfuerzo y sacrificio para que me acepte de nuevo como su seguidora más fiel y dedicada.
Conozco el sufrimiento que implica estar lejos de Ana y eso me dará fuerzas para seguirla como es debido de ahora en adelante.

domingo, 15 de abril de 2012

Capitulo II: Caída.

Llevaba dos semanas siéndole totalmente fiel a Ana y mi bascula era un testigo mudo de los pequeños logros que fui conquistando con un esfuerzo enorme.

Ana me recomendó buscar a princesas consumadas que pudieran instruirme a través de blogs o redes sociales, también dijo esa era una forma de recordar las razones por las que había decidido tomar ese camino y de ese modo la sintiera siempre a mi lado, que no me sintiera sola en ese estilo de vida tan difícil y gratificante.

En ese tiempo las cosas iban bien, encontré la forma de engañar a mis padres y cada noche analizaba meticulosamente mi diario de comidas para ver que podía eliminar al día siguiente y tuve el cuidado de decir que no me sentía bien del estomago para que nadie sospechara; unos días después una princesa me recomendó unas pastillas laxantes y empecé a usarlas, al principio me pareció que eran bastante fuertes ya que provocaban diarrea  y dolor agudo en el abdomen. Era difícil, extrañaba la comida y a pesar del tiempo no me había acostumbrado a la dolorosa sensación de vació en el estomago, pero cuando me pesé una semana después había bajado más de 5 kilos, aun me faltaba bastante, pero me sentía realmente feliz, francamente no podía creerlo.

Sin embargo, la alegría no fue duradera. Esa fatídica mañana... me había propuesto continuar ayunando, ya llevaba 32 horas y mi meta eran al menos 50, pero mi mamá faltó al trabajo y decidió desayunar conmigo. "Me lo llevó para comerlo en e almuerzo"  dije refiriendome a una rebanada de mi favorito: Pastel de chocolate.

"No es tan tarde, cometelo"
Dijo, sé que mi obligación era insistir y usar cualquier método para salirme con la mía, pero con solo oler el chocolate se me hacía agua la boca y el estomago vació exigía comida, por lo que no opuse resistencia y devoré la rebanada completa con un vaso de leche.

En la escuela definitivamente no fue mi día, estaba preocupada y deprimida por un examen de calculo que no pude terminar y en el almuerzo una de mis mejores amigas se acercó a mí con un plato de papas a la francesa "¿Quieres?" preguntó al notar la forma en la que miraba su comida "Bueno" respondí sin dudarlo y me tragué un bocado llenó de grasa, almidón y en general atascado de calorías; Me comí casi a mitad del plato y finalmente dije "¿Me esperas?, voy por otras"  y me acabé la ración completa casi sin masticar.

Mis padres ya empezaban a acostumbrarse a que pusiera mil pretextos para no cenar con ellos o que tomara solamente un café o té sin azúcar cuando no podía evitarlo, tal vez fue eso lo que me hizo sentir que me miraban con una mezcla de horror y sorpresa mientras devoraba el filete con  verduras y no conforme metí en un bolillo las sobras de la comida.

"No importa, mañana ayuno." me dije en un intento patético por consolarme, pero como si no fuera suficiente me sentí terriblemente ansiosa en medio de la noche y salí de la cama para ver con que más podía atragantarme.

A la mañana siguiente me sentí fatal conmigo misma, me odiaba. Sabía que había hecho mal, muy mal, al traicionar de esa forma a quien me prometía alcanzar la perfección que quería y volver a sentirme bien conmigo misma a cambio de una simple cosa: Lealtad.

Me sentía culpable, extremadamente culpable, pero por encima de todo me moría de miedo, no me atrevía a mirarme en el espejo por temor a lo que Ana pudiera decirme al respecto.            

domingo, 25 de marzo de 2012

Renacer

Hola!!!
lo cierto que es que en este momento me siento de la chingada!!! y es que no solo me abandoné toda la maldita semana y estoy segura de que ya subí lo poco que había conseguido bajar, si no que además mi vida amorosa es un asco, les platico:
Me enamoré e el novio de una amiga que me odiaba por que soy el amor platónico de uno de sus ex-novios, con el tiempo nos hicimos confidentes y yo veía lo pésimo que lo trataba esa niña que tiene de fiel lo que yo de princesa y al final, bueno, terminaron y yo estuve con él, viéndolo deprimirse por ella...
un día nos sinceramos, yo le dije que lo quería y que no sabía si estaba dispuesta a verlo como amigo o mejor dicho "Hermano" que así nos decíamos, y el respondió que no sabía en que forma me quería por lo que decidimos hacer como si nada hubiera pasado, hasta que salimos de vacaciones...

No tuvimos ningún contacto durante más de un mes y al iniciar el semestre me entero de que ya tenía novia, una niña cero bonita pero bastante linda y solo puedo decir que no había día que no me dijera a mí misma "Me da gusto por ustedes, pero, ¿Es necesario que me restrieguen su felicidad en la cara? y ni como deprimirme a gusto por que él está conmigo todo él día.

El viernes lo terminó y según él es definitivo, pero sería estúpido de mi parte creer que así voy a tener una oportunidad con él, sé que debería alejarme, pero cada que lo intento hace algo super lindo o le pasa algo y termino tan enredada como antes (o más) ¿ Algún consejo?
Pero mañana empiezo de cero, iré cambiando poco a poco todo lo que no me gusta de mí o mi estilo e vida. Incluso he decidido ir a la nutriologa de la escuela, sé que para muchas una dieta de ese tipo es bastante permisiva pero es la única forma en que mi familia no va sabotearme, incluso mi madre, que ya bastante la lave el coco para convencerla de apoyarme

martes, 20 de marzo de 2012

Hola!!!! que puedo decirles? una semana realmente terrible Alguien puede decirme por que mi madre prepara comida asquerosamente grasosa justo cuando me propongo hacer dieta? ¡Maldición! ¡Parece que lo hace a propósito! Alguna de ustedes tiene alguna idea que me pueda servir? Por piedad ayúdenme!!!! Entre semana contrabajos puedo engañarla, pero los fines de semana son mi ruina y no quiero ni pensar en las montañas de grasa que me va a hacer comer en vacaciones.

Estoy desesperada!!!! Parece que mi familia se hubiera propuesto evitar que supere mi adicción por la comida, excepto mi hermana menor, ella está adoptando este estilo de vida (me siento un poco culpable por eso, pero ella empezó antes que yo) y bueno, tal vez sea bueno tener alguien que me apoye y con quien desahogarme, pero las dos somos muy competitivas y no sé en que valla a para esto, además no sé si ella tenga el suficiente control como para no hacer algo de lo que´en verdad se pueda arrepentir, por que todas sabemos que la perfección que buscamos esta precisamente en no caer en ningún extremo.

Como sea, me aferrare a Ana mientras mi vida emocional pende de un hilo, por que cometí la estupidez de enamorarme de mi mejor amigo y no tienen idea de como duela verlo feliz y muy enamorado de una niña a la que también le tengo mucho cariño, pero en ocasiones quisiera desaparecer.

miércoles, 14 de marzo de 2012

¡Hola!

¿Que les cuento? Hasta ahora voy bien, he bajado ya 9 kilos y mi familia lo empieza a notar, obviamente no ha sido de la noche a la mañana y me he cuidado mucho para que no sospechen de mi amistad con Ana.

Me falta mucho, ya lo sé, exactamente 13 kilos para mi meta, pero me siento bastante motivada con los resultados obtenidos hasta ahora, así que hago un llamado a todas ustedes, princesas o wannabes, para no claudicar, no permitamos que una falla  se convierta en un fracaso definitivo y si alguna de ustedes puede asegurar que nunca ha traicionado a Ana, en verdad merece que le hagamos un monumento. Lo importante no es nunca caer si no aprender a levantarse ¡Persiste!

Sé que muchas de ustedes,al igual que yo,  han llegado a odiarse  a sí mismas tras tantos años de descuido y llenar vacíos con la comida, pero Ana nos ha demostrado que no hay casos perdidos, todas merecemos segundas, terceras,cuartas,quintas,sextas.... oportunidades,  alcanzar la perfección que tanto deseamos depende solo de nosotras, de la magnitud de sacrificio que estemos dispuestas a hacer para alcanzarla. ¡Animo!

Claro que cuesta luchar por ser una princesa, pero definitivamente vale la pena, no hay nada más dulce que ver números cada vez más pequeños en la bascula y saben tan bien como yo que poder usar ropa que no te quedaba hace que todos los días de ayuno y jornadas de ejercicio sean nada comparado con esa satisfacción.


El hambre duele mucho menos que verme en el espejo, así que ningún sacrificio es demasiado alto si te evita la humillación de ser llamada gorda o la tristeza de ser rechazada por alguien debido a tu sobrepeso, no poder ir de vacaciones por pena a que te vean en traje de baño, ir a las tiendas comerciales y no hallar ropa que te guste de tu talla, ver como tus amigas delgadas tienen novios mientras nadie te voltea a ver si no, precisamente, por gorda. ¡Ya no más! No estoy dispuesta a soportarlo y si Ana me ofrece su mano para salir de mi desesperación voy a tomarla sin miedo  y con absoluta  convicción de serle fiel sin importar nada, por que en este momento Ana es la única amiga que sigue a mi lado consolándome en los momentos difíciles.

Animo, nuestra causa vale la pena: