No sé como, no sé por que, pero siempre agradeceré mi primer
encuentro con Ana.
Pasó hace muy poco. Desde hacía un buen rato, procuraba no
reparar mucho en el espejo mientras me preparaba para enfrentar lo mejor
posible un día más de escuela, resulta que hace unos días noté sorprendida que
en vez de la imagen que estaba acostumbrada a ver una mujer increíblemente
hermosa me contemplaba con sus penetrantes ojos obscuros chispeando de ira.
Las dos nos contemplamos en silencio. Ella me barría de
arriba a abajo con desaprobación y yo me quedé pasmada ante los delicados matices de sus rasgos pálidos,
no me explicaba como sus facciones podían ser tan delicadas y hermosas a pesar
de las ojeras tan marcadas y extraño gesto de petulancia que me dedico.
-¡Como pudiste hacerme esto!
Rompió el silencio con un grito que me pulverizó.
-¡Mira en lo que me has convertido! ¡ Estás hecha una cerda!¡¿Es
que no te quieres ni un poquito?
-Claro que me quiero, la belleza que cuenta es la belleza
interior.
-No voy a discutírtelo, pero ¿Guardarías un tesoro en un cofre tan descuidado?
- Ahí sin duda estaría bien protegido
respondí sin entender del todo sus pregunta.
-¡Exactamente! tanto que nadie lo notaría, eso mismo sucede con todas tus hermosas cualidades. ¿Como esperas que alguien las aprecie si las has escondido entre tanta grasa? tus ojos, tu sonrisa, tu perfil, todas las cosas por las que cualquier chica mataría están desperdiciadas en una vaca como tú.
-¡Vete!
le grite llorando.
-¿Eso quieres? ¿Que te deje seguir destruyendo tu propio cuerpo? ¡Por el amor de dios!¡Ten un poco de consideración por ti misma!
-¿Que quieres? ¿Que deje de comer y vomite como una enferma?
-Entonces para ti es sano tener todos esos kilos encima,¿te parece correcto dejar que las porquerías que comes terminen de destruir tu cuerpo? ¿ves las estupideces que dices? ¿cuando fue la ultima vez que te compraste ropa que te gustaba? ¿desde cuando no tienes novio? ¿por que te da pena que te vean comer? ...¿no estás harta de que te digan gorda y te humillen ? Estoy segura de que ni siquiera tú puedes querer al adefesio en el que te has convertido ¿Como demonios esperas que te quiera alguien más? ¡Has algo por ti, malditita sea!
-¡¿Pero que?! ¿Que puedo hacer?!
Por fin me había roto,el dolor interno que me provocaba mi estilo de vida tan solitario y deprimente había salido a la luz frente a esa mujer perfecta que por alguna razón me hablaba a través del espejo.
-¡Esfuezate! nunca vas a llegar a tus metas por el camino fácil.
-¿Para que? No tengo remedio ¡Soy un asco!
-Nunca es tarde, ¿Me ves? Mi mirada y mi sonrisa son idénticas a la tuya, tienes el mismo porte que yo y este vestido se vería hermoso en ti sin toda la grasa que te has echado encima. Te doy mi palabra de que puedes llegar a ser tan perfecta como yo misma, todo está en función de que estés dispuesta a hacer para lograrlo.
Me propuso con una emoción extraña brillando en sus penetrantes ojos obscuros.
Imaginé por un momento como sería mí vida si me pareciera a la bellisíma mujer que veía en el espejo, lo que sentiría poder usar la ropa que me gustaba y no la que me quedaba, poder usar traje de baño o minifalda, sentirme realmente hermosa y a gusto conmigo misma, poder realmente enamorarme de mi reflejo y de esa forma permitir que alguien más se enamore de mí, dejar de odiarme a mi misma cada que veo a una chica hermosa o veo los pantalones talla 3 de mis amigas.
-Lo que sea.
-Me alegra que hallas entrado en razón- dijo con un gesto verdaderamente angelical- va a ser muy difícil, te darás cuenta, pero te juro que vale la pena dejar a un lado la comida chatarra y las horas aplastada viendo la televisión.
-Quiero hacerlo, en verdad me gustaría ser como tú, pero no sé si pueda.
-Si quieres hacerlo yo me encargare de que lo logres. Te ofrezco perfección, autoestima, amor propio y la vida que siempre has querido a cambio de obediencia absoluta y determinación.
Visto de esa forma me pareció que mi lealtad era muy poco a comparado con el amor propio que había perdido hacía ya bastantes kilos.
-Acepto.
-Bien, no te abandonare si tu no te apartas de mí. Mi nombre es Ana y a partir de hoy soy la única amiga que necesitas.